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lunes, 14 de marzo de 2011

BATALLAS DE HOY, VICTORIAS DE MAÑANA


En días como hoy, ¿qué puede pensar un niño como yo de este mundo? Mis papas me dicen que no debo empezar ninguna pelea, que no debo pegar a otros niños, que debo compartir mis juguetes con mis hermanos y mis amigos. Pero cuando enciendo la tele para luego poner una película de Disney, a veces veo imágenes de gente sufriendo, niños llorando, y papas y mamas buscando a sus hijos entre casas destruidas.
            Me dice mi papa que esto ocurre porque hay gente mala en este mundo. Gente que hace daño a los demás. Y yo me pregunto ¿Esta gente no tiene papas y mamas que le digan que eso no se hace? Cuando yo le digo a mi papa, ¿A que eso no se hace papa? ¿A que eso no se puede hacer?, mi papa me dice que tengo toda la razón del mundo. Y le pregunto a mi papa porqué pasan estas cosas, y me dice que él tampoco lo entiende, que no sabe explicármelo. Mi papa, mi héroe, el que lo sabe y puede con todo, ¡es incapaz de explicarme el porqué!

En esos momentos me siento muy confuso. ¿Que debo pensar? Yo nunca veo a esa gente sufriendo. Yo siempre veo a todo el mundo feliz. Mi mama y papa me abrazan y me besan cuando me despierto. Mientras me visten, me besan y me abrazan diciendo que soy la cosa más bonita de este mundo. Miran con cariño y amor como me tomo mi desayuno. Cuando me dejan en el cole me besan y me abrazan de nuevo deseándome un buen día e insistiéndome en que me porte bien, aunque a veces debo admitir que soy un poco travieso. Cuando me recogen del cole me besan y me abrazan de nuevo. Están contentos de volver a verme y  yo a ellos.        Hasta la seño de mi clase me ríe y me saluda. Con mis compañeros de clase salgo a jugar. Durante el recreo corremos, gritamos, y nos reímos muchísimo.
            Y mis abuelitos, bueno, ¡mis abuelitos! ¡Deben de ser las personas mas contentas del mundo cuando me ven! Me levantan, me besan y me abrazan como si fuera su única esperanza en este mundo. ¡Hey! ¡Espera! Mis abuelitos han vivido ya mucho más que mis papas. ¿Seré yo la esperanza de ellos para que este mundo sea mejor el día de mañana? ¡Madre mía! ¿Qué puedo hacer yo para que todo el mundo se quiera? ¡Ni siquiera mi papa me lo sabe explicar! Jo, el mundo es tan grande, y yo tan pequeño...

Cuando mi papa no sabe consolarme y sigo estando confuso, hago algo que nunca falla: ¡voy a mi mama, me siento en su regazo y le pido que me abrace! El mundo en brazos de mi mama parece otro. Es un mundo mucho más pequeño y no tan complicado. Un mundo donde nadie me puede hacer daño. Un mundo donde no paso hambre. Un mundo donde estoy seguro. Un mundo donde no hace frío. Un mundo en el cual me siento querido. Un mundo en el que no hay gente mala. Y una vez me siento lo suficientemente seguro, me atrevo a lanzarle la pregunta del millón a mi mama: ¿Mama porqué hay gente mala en el mundo?
            Mama me mira detenidamente durante unos instantes. Parece estar sorprendida por mi repentina pregunta que no tiene nada que ver con ese momento tan bonito entre los dos. Pero, mi mama abre la boca, y empieza a hablarme con comprensión y ternura mientras me caricia el pelo y me mueve el flequillo a los lados. Me dice que no lo sabe muy bien, pero que no debo preocuparme. En este mundo hay gente mala y gente buena. Yo estoy viviendo con gente buena, y además me dice que hay más gente buena que gente mala. Si todos fueran malos, la tierra y las personas ya habrían dejado de existir desde hace mucho tiempo. Es cierto que a veces parece que haya más gente mala que gente buena. Pero no es así, me vuelve a asegurar. Cada día hay unas cuantas personas buenas más en el mundo, y me dice que yo soy una de ellas. Que siempre tenemos que intentar de hablar con las otras personas y respetarnos. Me dice que la bondad es más fuerte que la maldad, y que al final la bondad ganará la batalla dentro de nosotros mismos.
            Tras estas bonitas palabras de mi mama, me propongo ser una de esas personas heroicas de esa batalla. Además, no me gusta perder. Quiero ganar, ¡aunque sea a mi mismo!

SER VERSUS HACER

SER VERSUS HACER

Cada uno ha de buscar y encontrar su propia verdad. Cada experiencia es un experiencia sujetiva. No obstante, puede servir a personas que se encuentran en situaciones similares. Como un faro en la costa, indicando donde no se debe ir, pero también, y eso es mas importante aún, donde sí se podría ir, ya que hay infinita cantidad de opciones para llegar bien.

Desde esta subjetividad, pero también desde la humildad, y sin afán de creer propagar la absoluta e inalterable máxima verdad, deseo compartir estos frutos de mis pensamientos y meditaciones con los demás, en la esperanza de que les sea útil, aunque sólo sea para una persona.

Ser y hacer. Verbos opuestos. Uno indicando un estado de "ser", el otro el estado de la acción. Cual vendría antes, ¿el ser o el hacer?

En la realidad densa del mundo materializado en el que vivimos sabemos que cuando se suelta un objeta que caerá al suelo. ¿Que podemos hacer para evitarlo? Pues nada. Podemos no-soltarlo, mantenerlo en su sitio, o tirarlo hacia arriba, pero al cabo de algún tiempo dejara de ascender y volverá a caer al suelo. La Ley de la gravedad impera, y todo encima de la tierra esta sometido a esta Ley.

De la misma manera que existe esta la Ley de la gravedad, solo de modo de ejemplo, creo que existen leyes universales e espirituales que son clave para ir desarrollándonos.
Lo único que hay que "hacer" es "ser" consciente de ello, y "ser" y actuar ("hacer") en consonancia con los mismos.

¿Que hay que "hacer" para llegar al alma y el corazón de la persona que uno ama? Hoy día hay muchas parejas que a pesar de que se quieren, tienen muchos problemas a la hora de encontrarse felices y realizados juntos. Esto resulta en sentimientos de decepción, desolación, tristeza, y depresión para nombrar algunos. La mayoría termina sintiéndose tremendamente solo, sintiendo como una persona tan cercana a nivel físico, resulta ser tan distante a nivel emocional.

En mi humilde opinión, una pareja puede abordar y enfrentarse a todos los retos que la vida les plantea, cuando se mantiene unida a nivel del  "ser". Cuando se comunican a nivel emocional. Que cada uno se pueda expresar libremente y encuentre la comprensión, consuelo, calor, aceptación, y , esto es muy importante, no sea "juzgado" por su pareja. Cuando se está unido en el "ser" en el "amor" en el sentido mas amplio y completo, se pueden plantear ó surgirán las acciones.
¿Porqué digo esto? ¿Cuantas veces las parejas entre si no se reprochan cosas como "Es que tú nunca haces esto, nunca haces lo otro". Uno espera una "acción", un "hacer" del otro, para sentirse bien dentro de la relación, o por lo menos, eso es lo que la persona que exige la acción, cree. Cree que si la otra persona hace esto o lo otro, se encontrara mejor, es decir, "con mas amor hacia esa persona".

Bueno, queridas damas y caballeros, creo que para " "hacer" el amor" antes hay que "ser el amor". El "hacer" nacerá espontáneamente, una vez que haya ("ser") amor. El "amor" no exige jamás, nunca, nunca, nunca. El exigir es un ataque al respeto del espíritu y el alma del prójimo. El amor tampoco jamás nacerá por "obligación", ó  por ser "impuesto". El amor se siente, ó no se siente. Y precisamente, si se siente esto, el uno por el otro, han de regresar continuamente a ese estado de sentir, disfrutar y respetar el uno al otro. Solo desde esta base pueden nacer ó surgir acciones que puedan tener la aprobación o cumplir el deseo de la pareja. Pero ojo, no siempre será lo que el otro esperaba. Pero lo que nace del amor, y se "hace" a partir de allí, desde el amor, nunca caerá en saco rato.

A mi parecer, no se puede invertir el proceso de ser y hacer. Primero hay que "ser" y luego "ya se hará". Además es muy importante alcanzar un estado de no dar importancia al "¿qué será lo que se haga lo que haya nacido del amor?" Habrá que desvincularse del resultado en el sentido de no esperar nada en concreto. Es una ley universal que hemos de aprender a entender a lo largo de nuestras vidas. No se pueden hacer las cosas al revés, por mucho que se desee. No porque una cosa sea "mala" u otra "buena", simplemente funciona así. Igual que la manzana terminará cayendo al suelo, primero hemos de "ser", encontrarnos en el "ser", luego ya se hará lo que surja espontáneamente desde la fuente del amor.

Cuando en una pareja, uno de los dos es mas de "ser" y el otro de "hacer", esto puede dar lugar problemas y tensiones en la pareja. El que quiere "ser" no puede contactar fácilmente con el "ser" del otro, dando la impresión que se encuentra muy solo dentro de la relación. Desea vivir y sentir ese estado de "ser".
Curiosamente, la pareja del "hacer" tiene la misma impresión de encontrarse muy sola dentro de la relación, aunque por distinto motivo ya que esta más enfocada en el "hacer".

La "desigualdad" del problema está sin embargo en las prioridades de las leyes universales. Un psicólogo actual tal vez diría que uno trate más de "ser" y el otro más de "hacer" para compensar la situación, y así consiguiendo que se acerquen más.

El dilema aquí esta en la "desigualdad" que he mencionado antes. El que es más de "ser", antes necesita estar en el "ser", sino le resultará casi imposible de actuar sin sentirse ciertamente "obligado". El sentirse obligado va en contra de las leyes universales.
Según las mismas leyes, todos hemos de encontrar, mas tarde o temprano, nuestro punto de "ser" y compartirlo con los demás. Por eso, la persona de "hacer" ha de evolucionar antes al nivel de saber "ser", que tampoco será nada fácil, pero sí es y estará en consonancia con las leyes universales y espirituales, y absolutamente en consonancia con su propio alma ya que esta es la meta de todo alma. El "actuar" sin que nazca del alma, no esta en consonancia con estas leyes, y al no estarlo, resultará de un modo u otro "perjudicial" para el alma de "ser".

Como ven, aquí nó se trata de que uno tenga mas razón que el otro. Es una simple remisión a las reglas del "juego" universal y espiritual. Entiendo, o puedo entender, que la persona de la "acción", del "hacer" no encuentre "justo" que sea precisamente él ó ella que tenga que dar un "primer paso" para mejorar la situación dentro de la pareja. No obstante, las personas de "ser", en cuanto percatan un sincero intento de llegar a "ser" del prójimo, prestarán gustosamente toda la ayuda de que sean capaz prestar para que la otra persona encuentre su camino hacia su estado de "ser". Esa "acción" precisamente "nacerá" libremente de su estado de "ser" y el amor universal y espiritual.